En
la vida hay que saber cuándo rendirse y aceptar que por más que se luche, algo
no se va a conseguir, sin embargo yo no me había rendido nunca.
Esta
vez me hallaba aquí mirándola fijamente tan sola como siempre esperando el
momento o el pretexto adecuado para acercarme pero jamás llegaba. Un pensamiento
más rodeaba mi cabeza, que joyas así no eran para tenerse guardadas, ni mucho
menos para esconderse en un lugar recóndito, mujeres como ella había que
lucirlas e impregnarse con su brillo; encontrarme con ella era como hallar el
santo grial, cosa que jamás se deja ir.
Volví
a mirarla fijamente que aquel color pálido de sus mejillas contrastaba con lo
colorido de aquel jardín lleno de rosas, en ese mismo instante cruzó un
pensamiento por mi mente
- - Yo
jamás me he rendido, no será esta la primera vez.
Y
como de la nada, me llego una epifanía de querer seguir insistiendo, recordé que
Constantinopla tardó tres siglos en caer, que la poderosa roma alguna vez tan
grande cayó también, aun hasta las murallas de Jericó cayeron. En ese instante
me vi como Alejandro ante Persia esperando a conquistar babilonia, como Marco Antonio esperando llegar a cleopatra,
como Saladino esperando entrar a Jerusalén y que como Churchill “i´ll never
give up”
Pasada
mi emoción inicial de ánimo, aquel día junto a mi escritorio tome papel y lápiz
para escribir lo siguiente:
La mas dulce poesía, Así eres tu.
Una hoja del jardín del edén.
Una rima de becquer,
Un romance de lorca.
Mas hermosa que elena,
Ni dulcinea ni julieta,
Ni venus, ni Europa,
Ni tu sombra te igualan.
Eres para mi la epopeya mas célebre
La novela mas romántica,
La ópera mas bella,
El mas dulce de los cantares.
Ni shakespeare, ni cervantes,
Ni homero ni herodoto,
Aun ni el salmista pudieran pasmarte,
Le faltarían palabras al diccionario para describirte.
Y ante tal deficiencia de sinónimos, solo basta llamarte por tu nombre para describirte,
Que prufunda inspiracion!, me encanta.
ResponderEliminarHermosas líneas��
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